miércoles, 2 de octubre de 2019

The Incredible Sal

Página 14 de The Incredible Hulk #268 (Marvel, 1982): "And They Called the Wind Pariah!" por Sal Buscema sobre un guión de Bill Mantlo. En España publicado en La Masa nº10 (Ediciones Forum, 1983): "...Llamaron al viento Pariah" y recopilado más recientemente en Marvel Héroes nº45: "Perdonado" (Panini Comics, 2013). El sello de Marvel en la parte posterior indica que se realizó en 1981 y se publicó al año siguiente. Por cierto, la portada de ese número era de un jovencito Frank Miller. 26,7x40,3cm



Sal Buscema (Brooklyn, Nueva York, 1936) realizó una larga etapa de Hulk, incluso entintando él mismo entre los números 241 y 273. Algunos prefieren al Buscema entintado por otros pero a mí me gusta más cuando se ocupa también de la tinta. Se intuye que el lápiz (azul) está muy abocetado y ha terminado más tarde el dibujo directamente a tinta. Su estilo se va haciendo cada vez más anguloso y esquemático a la vez que gana en fuerza y expresividad y abundante uso de las líneas cinéticas. ¡Con más líneas los puñetazos duelen más!



Bill Mantlo fue el guionista desde el nº245 al 313, Hulk inteligente con mente de Banner desde el 272 al 296 y el Hulk salvaje exiliado a La Encrucijada del 297 al 313. Un guionista un poco infravalorado que construía historietas eficaces con cierto mensaje antibelicista y humanista (que hoy mal interpretaríamos como "buenista"). Un desgraciado accidente le dejó con daños cerebrales.

En esta entrevista, además de repetir que Hulk es su personaje favorito, Sal Buscema se decanta por el "método Marvel" para hacer tebeos (una somera descripción a la que luego se le añadirán los diálogos finales) ya que le deja mayor libertad. Odiaba tener que seguir un guión completamente especificado con todas las viñetas descritas y todos los detalles que tenían que aparecer en ellas.

Working full script is just an absolute bore. I think it was the genius of Stan Lee who came up with this concept of working by giving the outline of the story to the artists and telling them to flesh it out and this is what created the excitement of Marvel comics. (...) The stories were so much more dynamic. I mean who can tell a story better than Jack Kirby, pictorially speaking? 

(...)

It’s a case of the writer telling the story by telling the artist what to do, where to place the characters, what he wants in every panel. It just doesn’t work as well. We, as artists, think visually. I know they say writers think visually, too, but it’s just not the same. I think it shows in the difference of the product between today and the product of the heyday of Marvel.

De hecho, al final de la serie de ROM, Sal Buscema discutió con Bill Mantlo por sus injerencias en la planificación y la narración (Back Issue #16 de 2005).

Bill y yo trabajábamos bien juntos. Yo lo consideraba un escritor con mucho talento. Tuvimos pequeñas peleas al final de mi etapa en Rom. Fueron simples malentendidos entre nosotros. Creo que Bill quería ejercer más control sobre la parte artística del comic, y si yo estaba orgulloso de algo, era de ser un buen narrador. No me consideraba el mejor dibujante de la industria ni por asomo, aunque pensaba que era competente, pero mi fuerza estaba en la narración y estábamos chocando mucho las cabezas. Bill me pedía cosas que yo sabía por mi experiencia que no iban a funcionar. Estuvimos en la serie mucho tiempo, y trabajaba con Bill en otros títulos, y creía que teníamos una relación muy amistosa y productiva. Fue sólo en ese momento en particular, por alguna razón desconocida, que pasó eso. Yo me estaba cansando de hacer la serie de todos modos, y quería pasar a otras cosas, así que fue bien.

También relacionado con esto, el mayor halago que confiesa haber recibido fue que J.M. DeMatteis prefirió no añadir ningún diálogo en las páginas finales de Spectacular Spider-Man #200 dibujadas por Sal porque ya eran suficientemente expresivas por sí mismas.
(...) when Mark DeMatteis and I were working together on Spectacular Spider-Man in the book where Harry Osborn dies, (...) I guess I put a lot of that into the last two or three pages of the book and Mark wrote absolutely no dialogue. He called me up to tell me. He said, “Sal, those pages were so beautifully told that they didn’t need any dialogue, so I didn’t put any in.” That was one of my proudest moments in my career because coming from a guy like Mark DeMatteis, who is just an outstanding writer, it really moved me a lot. It was very touching.



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